Matricería y Moldes
Aparte del tema dimensional que ya hemos tratado en la sección de piezas de grandes dimensiones, el níquel químico es un proceso que ayuda de manera especial a este sector de la industria. Los dos grandes déficits que suelen encontrarse las empresas de sector son los problemas de desmoldeo de las piezas, y el defectivo resultante, y la vida útil del molde.
Los recubrimientos de níquel químico ayudan a minimizar estos problemas, con dos líneas de trabajo dependiendo de lo abrasivo del producto para el que se utiliza el molde.
Moldes o matrices para materiales poco abrasivos:
En este caso el níquel teflón es el proceso más adecuado posible, debido a que su bajo índice de deslizamiento minimiza el desgaste y facilita el desmoldeo.
Moldes o matrices para materias primas muy abrasivas:
En el caso de que la materia prima sea muy abrasiva el níquel teflón se eliminaría, con lo que no sería aplicable.
En este caso el níquel químico convencional sería el proceso más adecuado.
La vida útil del molde se verá muy mejorada, gracias al alto poder anticorrosivo, una dureza que puede llegar a los 1.000 Hv, y la posibilidad de poder aplicar hasta 400 micras de espesor.
A nivel de desmoldeo es netamente inferior al níquel teflón, aunque también mejora ostensiblemente sobre un molde sin recubrir.
